Francisco no solo sorprendió por ser el primer Papa latinoamericano, sino también por la forma en que llegó al papado. Tras la renuncia de Benedicto XVI en febrero de 2013, la elección de un nuevo Papa era un momento crucial para la Iglesia. Sin embargo, pocos esperaban que el cardenal Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, fuera el elegido. Su elección fue una sorpresa para muchos, ya que no era uno de los favoritos en las apuestas previas al cónclave.
Desde el principio, Francisco dejó claro que quería ser un Papa cercano a la gente, un pastor comprometido con los pobres y marginados del mundo. Su humildad y sencillez, su forma de hablar directa y sin rodeos, su estilo informal y su sentido del humor, lo convirtieron en un líder carismático y popular.
Francisco ha tenido una relación estrecha con su predecesor, Benedicto XVI. A pesar de las diferencias teológicas y de estilo, los dos Papas se han mantenido en contacto y se han reunido varias veces. Benedicto XVI incluso escribió una carta en la que expresaba su apoyo al pontificado de Francisco, en la que decía: «Estoy agradecido por todo lo que hace por la Iglesia y por la humanidad».
Durante su pontificado, Francisco ha promovido un enfoque más pastoral y menos dogmático en la Iglesia. Ha hablado a menudo de la importancia de la misericordia y la compasión, y ha llamado a la Iglesia a salir de sí misma para ir al encuentro de los pobres y marginados. También ha sido un defensor firme de la justicia social y ha criticado a menudo el sistema económico mundial por su falta de ética y solidaridad.
Entre los hechos más importantes de su gestión, destaca la publicación de su encíclica «Laudato Si», en la que hace un llamado a la protección del medio ambiente y al cuidado de la creación. También ha promovido reformas importantes en la Iglesia, incluyendo la creación de una comisión para investigar los casos de abuso sexual en la Iglesia y la reforma de la curia romana.
Otro hecho destacado de su pontificado fue el histórico acuerdo entre la Santa Sede y China sobre el nombramiento de obispos en el país asiático. Aunque el acuerdo ha sido criticado por algunos, Francisco lo considera un paso importante hacia la normalización de las relaciones entre la Iglesia y el gobierno chino.
Diez años después de su elección, Francisco sigue siendo un líder carismático y popular, y ha demostrado que está comprometido con la transformación de la Iglesia y con la defensa de los más pobres y vulnerables del mundo. Su pontificado ha sido una era de cambio y renovación en la Iglesia Católica, y su legado será recordado por mucho tiempo.
«La Iglesia no es una aduana, es la casa paterna donde hay lugar para todos con su vida a cuestas». (Discurso en la Jornada Mundial de la Juventud 2013, Río de Janeiro)
«Nadie se salva solo. Ni siquiera un Papa». (Encíclica Fratelli Tutti, 2020)
«La caridad es la llave que abre las puertas del cielo». (Mensaje en Twitter, 2014)
«Siempre es posible volver a empezar, porque siempre hay una salida, siempre podemos recomenzar». (Exhortación apostólica Amoris Laetitia, 2016)
«El mundo nos ofrece tantas posibilidades de distraernos… es necesario volver a lo esencial, a lo que cuenta y tiene valor en la vida». (Homilía en la Misa de Navidad, 2018)